Nota 1
El investigador de la historia galvense, D. Williams Alcaraz detectó que en 1907 ya viajaba por las calles de Gálvez un automóvil Peugeot, cuyo tripulante era el Sr. Isidoro Mulin. En cuanto a las motocicletas, aparecerán por aquí alrededor de una década después. Hacia 1920, se lo veía pasear en una Harley-Davidson a un joven de apellido Giménez, al que de apodo familiar llamaban «Negro».
Donde realmente había entusiasmo por este tipo de máquinas fue en la vecina colonia de Campo Piaggio; recuerda Atilio Comelli que en 1922 compró su moto de segunda mano en Pueblo Irigoyen y con ella llegaba a nuestra población y recorría las zonas aledañas. Por su parte Natalio Lingua y Hermenegildo Giovanini eran poseedores de Indian; Juan Garnero de otra Harley; igual marca utilizó en 1929 Rodolfo Chiozzi. Un aficionado más de esa época resultó ser Antonio Bussolini.
Seguramente hay más nombres que merecen engrosar esta lista de pioneros, si faltan aquí es simplemente porque no los hemos detectado.
En cuanto al motociclismo como deporte en Argentina tiene sus raíces en los umbrales de este siglo. Para ejemplo podemos citar que a principios de 1908 el Moto Club programó una competencia sobre un recorrido de unos 110 km. utilizando todo tipo de caminos y para reglamentar las categorías no se utilizaron parámetros técnicos, ya que en una correrían los socios de la institución y la otra sería libre, para quien quisiera hacerlo.
Con el correr del tiempo se establecieron reglamentos y comenzaron a proliferar las pruebas en distintos puntos del país. En 1919 se disputaron las primeras Doce Horas. En la década del 20 y comienzos del 30 eran organizadores en la Capital Federal los clubes Audax Moto Nativo.
A su vez, el Audax Córdoba y el Club San Vicente de la ciudad mediterránea, utilizaban como escenarios el Parque Sarmiento y el circuito La Tablada. Además se corría en el Bosque de La Plata y en el Hipódromo de Santa Fe; en Balnearia, Timbúes, Paraná, Freyre, Tandil, Mar del Plata, etc. Pero en una memorable noche de 1934 se reunió la Comisión Directiva del Sporting Club Jorge Newbery, presidida por Carlos Sabbadini y con la secretaría a cargo de Miguel A. Banús y adoptó la temeraria y valiente resolución de programar el Primer Certamen de Motociclismo. Se designó una comisión paralela cuya misión fue la de colaborar en la organización de tamaña empresa; aquí los nombres de los que formaron aquel grupo: presidente: Julián Fernández Hütter; vice: José Acosta; secretario: Miguel Banús; prosecretario: Aníbal De María; tesorero: Juan Audero; vocales: Fernando Gentile, Carlos Parigi (h), Aníbal Bon y Antonio Bussolini.
La prensa toda del país se ocupó de darle publicidad a este acontecimiento deportivo tan importante, que convirtió a Gálvez en un polo de atracción para los aficionados a los deportes mecánicos de Argentina.
Ese suceso comenzaremos a contarlo a partir de la próxima nota, con el título: «1934- Bandera de largada para una historia de lujo».
por Edmundo Escolá