Transcripción del texto de Omar Bosco (Bosquito)
Voy a contarte una historia, tal vez la última de mi vida. Hace 70 años que estoy en lo mismo, pero nos vinimos del campo a buscar un porvenir… a lo mejor si hubiera estudiado… otra sería la historia, pero bueno, así es la vida.
Con papá y mamá empezamos con el boliche (Sarmiento y Belgrano, hoy hay una casa de deportes) al tiempo en que los hermanos Sierra empezaron a fabricar hielo, por entonces traían el chopp en barriles de madera. Un día vino a visitarnos Don Eladio Sierra y le pregunto a mi papá cuántos años tenía yo… le dijo 12 años, el gallego (Sierra) le dijo ¡qué esperas para hacerle agarrar la bandeja!
En ese entonces las calles eran de tierra, por el ferrocarril pasaban las viejas locomotoras con vagones que iban hacia el norte llevando pasajeros, más acá estaba la tienda casa Rosa con el señor Llamosas, más acá Orfelio Sampaolesi con sus máquinas de escribir, y artículos del hogar, también el popular cine moderno y en la esquina el famoso de su época el Antiguo café Malavasi, su dueño, don Manuel preparaba unos copetines inigualables, enfrente estaba la familia Canclini, también con bar, ahí paraban los colectivos que venían de Santa Fe, la línea se llamaba Espiga de Oro. También estaba el hotel Botta, en donde paraban los viajantes y doña Cata con unos postres fenomenales. También el teatro Marconi y el bar Santa Anita.
Bueno…asi empecé este oficio, por este camino conocí a personalidades increíbles del folklore, como es Jorge Cafrune, que lo traían a tomar chopp y a comer rabanitos.
A mi papá le gustaban mucho las carreras de autos, en una “Vuelta de Santa Fe”, Nelo Bota nos trajo a Marcos Ciani, sabiendo que mi papá era hincha de él, también conocí a Oscar Gálvez.
En esos tiempos trabajábamos muchísimos, a tal punto que llegamos a poner hasta 40 mesas.
Tengo 1000 historias para contar que, aunque parezca mentira, el boliche me permitió conocer al que después fue gobernador de la provincia de Santa Fe Guillermo Rubén Sánchez Almeida General de División, tenía campos cerca de Colonia Belgrano venía al bar para que le vayamos a comprar un “vacío entero” en la carnicería Ottolini, venía junto a otros amigos de él.
También recuerdo a la familia Rampone (al Chongo) que fue como un padre para mí, su señora esposa “Pinito” muy buena gente. Saludos a todos mis amigos.
Omar Bosco
sigue vigente…Bar Bosco
Fuente: Sabores y Aromas del Ayer