Bar las 5 esquinas» y “Autoservicio, rotisería y vinoteca Curti

1960, Osvaldo Curti y Nélida Bertone dueños del «Bar las 5 esquinas», ubicado en la esquina donde hoy venden autos.

 

Osvaldo, había adquirido experiencia en el rubro gastronómico en el servicio militar, ya que atendía el casino de los suboficiales, y al regresar a la ciudad, trabajó como lava copas en el bar Malavasi.

 

Según relatos de los concurrentes de esa época, aquel bar era parate obligatorio para empleados de Sancor, Czerweny y Bounous, que, luego de finalizar las arduas jornadas de trabajo, caída la tarde, pasaban por un chopp bien helado, con sus famosos ingredientes. Fue, según cuentan, el primer bar de la ciudad en ofrecer chopp, servido en vasos casi con escarcha. A Osvaldo le gustaba inventar cosas, y en esta ocasión, creó una heladera donde colocaba el barril; de esta manera, el chopp salía bien frío.

 

Pero esta no era la única atracción al paladar por entonces, el menú característico contaba con carlitos, tostados y las picadas de porotos blancos con ajo y perejil, papas con mayonesa, y mondongo que hacía Nely, junto a su mamá Donata Damico, quien, además, solía atender por una ventana del bar, vendiendo helados.

 

Otros de sus fieles clientes se reunían todas las tardes para jugar al truco, escoba o chinchón, y por las noches el bar se transformaba en un gran patio cervecero, al cual asistían muchísimas familias. Lo recuerdan como aquella «esquina emblemática» con sus infaltables mesas en la vereda, siempre lleno de gente, que forjaron múltiples momentos imborrables.

 

Pasados 16 años, Osvaldo y Nely, deciden dejar atrás su sueño de bar, para radicarse en una zona más céntrica de la ciudad. Este cambio les permitiría contar con otros horarios de trabajo y así poder pasar más tiempo con la familia. Fue así, que gracias a los ahorros de su vida en el bar, pudieron adquirir un almacén que pertenecía anteriormente al señor Boero.

 

Este segundo comenzar, en las entrañas de la ciudad, da origen al llamado por entonces almacén “La central», que abrió sus puertas el 30 de noviembre de 1976, en la calle San Martín 363. Al principio contaban con artículos de almacén, bebidas, y budines que hacía Nely. Al tiempo de su apertura, decidieron incorporar la venta de empanadas caseras cuya receta nos acompaña desde entonces, herencia que también nos dejó Donata. Vecinos nos cuentan que todos los días llenaban el mostrador con ellas.

 

En el año 1993, se realizaron las primeras remodelaciones en el local, para así ponerlo a tono con las décadas venideras. Tiempo después, un 1° de mayo, se realizó el primer y tan famoso “locro de Curti”, de la mano de Osvaldo, que era un amante de la cocina. Lo volvieron a hacer el 25 de mayo y 9 de julio, tuvo tan buena aceptación, que hasta el día de hoy, seguimos manteniendo la tradición.

Hacia el 1996, Gustavo, hijo menor de Nely y Osvaldo, tomó las riendas del negocio, y un 1° de febrero, dieron inicio al servicio de viandas. La última remodelación se realizó en 2005, fue cuando Gustavo decide darle mayor relevancia a la vinoteca, y, junto con ella, llegó el nombre que nos acompaña en la actualidad “Autoservicio, rotisería y vinoteca Curti”

 

Sin dudas, el negocio que todos conocemos, tiene sus raíces en una ilusión familiar, desde hace muchas décadas, y que, con esfuerzo y perseverancia todavía hoy nos permite recoger frutos.

Frente del bar “5 esquinas”

 

Osvaldo, Nely, Donata y don Bertone junto a Stella y Gustavo en el bar.

 

Osvaldo en la puerta del negocio.
Nely en la caja del negocio.

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