Clarita la vendedora de loterías. Era la visita esperada en la tienda Casa Rosa. Quienes fueron empleados la recuerdan, eran sus clientes. Ellos comentaban las fortunas que prometían los billetes y prestaban ayuda cotidiana a la humilde peregrina.
Ilustración: PEDRO MILANESIO
Texto: ISABEL BRAVO DE RIGALLI
Fuente: MEMORIA DE LA TIERRA, relatos costumbristas, 2009